Liliana González
Cuando llegas a un supermercado y encuentras ante ti frutas y verduras con una presencia espectacular, con colores hermosos, presentes en anaqueles fuera de temporada, con sabores en su punto y te resulta tentador comprarlos, probablemente puedan tratarse alimentos transgénicos.
Los transgénicos son organismos modificados a través de la ingeniería genética, y sus fines varían: vacunas, antibióticos, hormonas o alimentos.
En el caso de éstos último es mejorar el rendimiento y la calidad nutricional de los alimentos, obtener mayor producción, rendimiento de las cosechas y mayor resistencia a los patógenos.
Entre los alimentos más comunes podemos encontrar la leche, maíz, soja, remolacha, tomate, papa, alfalfa, pan, calabaza, sandía, etc.
*La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), la Agencia Estadounidense de Protección Ambiental (EPA), el Departamento de Agricultura de los EU (USDA), la Comisión Europea, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Nacional de Ciencias de los EU han confirmado que los productos alimenticios con ingredientes transgénicos son tan seguros como los alimentos convencionales.