El presidente de MÉXICO, Andrés López Obrador, literalmente estuvo en el OJO DEL HURACÁN tras la lluvia de críticas por la invisible atención gubernamental a la devastación causada por el huracán “Otis” en Acapulco.
Su discurso público luego del embate, no se centró en las acciones gubernamentales, ni en la empatía con los miles de guerrerenses damnificados ni con las muertes ni con la desesperación de las familias afectadas.
El mensaje de su video se centró en descalificaciones (“buitres” y “mentirosos”) a sus adversarios políticos, a los medios de comunicación que publicaron “puras mentiras” y a la contestación al expresidente (Vicente Fox).
“Estamos actuando como nunca antes”, exclamó el mandatario, refutando así las críticas principalmente dedicadas a la extinción del Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden) que eliminó su gobierno.