Porque libera la dopamina (hormona de sensaciones placenteras y de relajación) y porque libera la serotonina (la hormona de la felicidad), el sexo es la cura milagrosa de muchos males, incluyendo el estrés.
Estoy realmente abrumada de la cantidad de jóvenes -y no tan jóvenes- que se medicamentan diariamente con antidepresivas para salir de su cajita de estrés y de su cajita de terror emocional.
Sucumben al encanto de cualquier pastilla para sentirse “liberados” (yo diría más bien “dopados”), en lugar de buscar dentro y en sí mismos una cura natural.
Lo indican innumerables estudios El sexo disminuye el estrés (tanto en mujeres, como en hombres), porque libera cortisol, la hormona que reduce el estrés.
También provoca relajación y mejora el sueño, porque libera endorfinas y serotoninas que inducen a la relajación y al sueño.
Y tiene incluso un efecto analgésico, ya que libera la hormona oxitocina, la cual, a su vez segrega endorfinas que ayudan a aliviar los dolores de cabeza persistentes. Además, de aliviar otro tipo de dolores musculares y de dejarte totalmente relajado.
Y por si fuera poco, de acuerdo con la sexóloga Alessandra Rampolla la actividad sexual de forma regular puede ayudar a reducir el nivel del colesterol en tu cuerpo, logrando un balance más saludable entre los niveles de colesterol bueno y malo de cada uno.
Y finalmente, el sexo fortalece el sistema cardiovascular, de circulación, aumenta la formación de nuevas neuronas, así como el número de conexiones entre células nerviosas y, lo mejor, aumenta la autoestima.
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