Seguramente has asistido a un banquete, pero ¿sabes su origen?
PRIMER TIEMPO
Surge en la Grecia clásica helenística, y al banquete asistían exclusivamente hombres de un nivel de educación muy alto, con muy buena oratoria para exponer y debatir sus ideas: filosofía, medicina y hasta temas de AMOR. No se admitían pobres ni se permitía un lenguaje corriente. Y ERA NECESARIO TENER SIEMPRE UNA IDEA BRILLANTE DEL TEMA A TRATAR MIENTRAS SE COMÍA Y SE BEBÍA.
SEGUNDO TIEMPO
La segunda parte consistía en recibir al invitado de honor, con quien terminaría el banquete. Un joven muy hermoso al desnudo para ser admirado por su belleza, claro, previa autorización del padre, quien lo concedía por tratarse de algo honorífico al congregarse gente muy sabia, inteligente e intelectual.
El organizador entonces mandaba hacer los platos de la vajilla con el rostro y cuerpo del joven e incluso con partes de sus atributos físicos y con la inscripción KALOS (belleza en griego).
REGLA DE ETIQUETA
LAS MUJERES NO ERAN ACEPTADAS, POR CARECER DE EDUCACIÓN PARA DEBATIR ALGÚN TEMA Y ESTABAN CONSAGRADAS A LA PROCREACIÓN DE LOS HIJOS Y CUIDADOS DE LA CASA.
La llegada del guapo comenzaba con una plática general, y poco a poco se interrelacionaba más de cerca con los presentes, quienes podían incluso tocar alguna de sus “partes”.
TERCER TIEMPO
Y ya más entrada la noche, alguno de los invitados elegido por el joven, o el más atractivo por su inteligencia, terminaba pasando la noche con él.
En tanto el resto, acababa borracho hasta el amanecer, llenos de placer gustativo, visual intelectual y sexual.
PLATÓN, TESTIGO
Uno de los banquetes más memorables es el narrado por el filósofo griego Platón, quien refería sobre las pláticas en mesa, entre éstas la de todos los tipos de amor, incluyendo el de hombre a hombre.
SOBREMESA
En la época, el hombre culto compartía cuerpo y pensamiento con otro hombre. Al tiempo sostenía relaciones con su mujer, pero solo para efectos de conservación de la especie humana.
Este tema no era desconocido ni para la mujer ni para la sociedad culta de la época, de hecho existía libre pensamiento en ejercer el sexo.
EL CONCEPTO DE HOMOSEXUALIDAD Y PECADO ERAN INEXISTENTES; LLEGARÍAN CON EL CRISTIANISMO.
Un banquete lujurioso
ENTRADA
Comenzamos con ostiones frescos en su concha con unas gotas de mezcal, jugo de limón, una pizca de sal y pimienta. Asegúrate que los ostiones estén fríos.
PLATO FUERTE
¡Camarones al gusto! Nota: se han considerado afrodisíacos por su alto contenido proteínico o Carne de res. De preferencia no tan cocida. También con harto valor proteínico
POSTRE
Frutas rojas para despertar la pasión, la lujuria, el pecado. ¿Qué tal una sopa de todo tipo de frutos rojos en champán?
MARIDAJE
Vino de toda clase para dejar entrar a Afrodita, la diosa del amor o dejar salir el sátiro que todos llevamos dentro. Evite los excesos, ¡porque ni lo uno, ni lo otro!