ME MANIFIESTO OVEJA NEGRA desde todas mis vidas y mis pieles. Quería estudiar Turismo, pero los números de mi padre -físico, químico, matemático- me llevaron a elegir otra apasionante carrera: el Derecho.
Pero dicen que el subconsciente no distingue, pues la decisión de venirme a Cancún con 2 maletas, un coche. un perro, y muy poco dinero en los bolsillos, me llevaron a cumplir mi inicial gran deseo, el turismo, y así el Universo conspiró para desarrollar mi vida profesional entre mis 2 pasiones.
Fue a través de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo, una actividad que en esa época era como la “peste bubónica” del turismo… pero no tuve complejos, y demostré mi piel negra.
Y con todo en contra, incluyendo mi condición de mujer, contribuí a su regulación, y hoy la actividad representa el 52% del mercado que arriba al destino.
Siempre fui diferente. No bajé la guardia con mi divorcio. Levanté la cabeza para sacar adelante a mis 2 hijos con entereza, y desde entonces he peleado en un mundo de competencia, teniendo como aliada mi formación continua: hoy tengo 2 maestrías y 8 diplomados (derecho, marketing, negocios y economía).
He tenido muchos detractores; he peleado contra la misoginia, pero creo que obtener equidad es actuando en equidad. He tenido que pagar facturas -y no “facturar”- por develar actos de corrupción y mala praxis, sobre todo con autoridades.
Me queda claro que no soy una mujer común. Alzo la voz y muy fuerte, pese a quien le pese. Fui el primer presidente del Sistema Estatal Anticorrupción, competí con muchas personas, pero mi honestidad, trayectoria, seriedad, valentía, fueron factores determinantes.
Se sumar; sé confrontar, no me dejo. He tenido limitantes en mi vida, pero actúo. Me respeto y me asumo, como una mujer poco convencional que ama SER OVEJA NEGRA.
