El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, normalmente está causado por hábitos inadecuados de alimentación, sedentarismo u obesidad. Esta situación también puede surgir como consecuencia del síndrome metabólico, que ES CUANDO SE TIENE UNA O MÁS ENFERMEDADES ASOCIADAS, COMO DIABETES, COLESTEROL ALTO O PRESIÓN ARTERIAL ALTA.
Para ayudar a combatir el hígado graso debes incluir en tu dieta frutas frescas y naturales (manzana, pera, piña, durazno, papaya, fresas, mandarina, naranja, limón, ciruela y guanábana).
Vegetales frescos (calabacín, rúcula, espinacas, berenjena, lechuga, tomate, cebolla, zanahoria y berro).
Cereales integrales (arroz integral, pan integral, pasta integral, quinoa y avena en hojuelas).
Proteínas con poca grasa (huevos, tofu, pollo y pescados de carne blanca).
Leche y derivados con poca grasa (leche y yogur descremados), y quesos blancos, (ricotta y cottage).
Asimismo, los alimentos ricos en grasas saludables, como el aceite de oliva, el aguacate, el coco, el cacahuate, las nueces y los pescados ricos en omega-3, como salmón y sardina, pueden ser consumidos, pero en pocas cantidades.
Evita los alimentos altos en grasa, en azúcar, comida rápida, comida congelada, embutidos y beber alcohol.