Tanto hombres, como mujeres, a partir de los 30 años de edad, empezamos a tener los primeros estragos en la generación hormonal, afectando el metabolismo, la energía, el estado de ánimo y… la función sexual.
Con el lado del tiempo ya no somos los mismos, y nuestra apetencia sexual tampoco.
Afortunadamente existe el llamado Reemplazo hormonal -hormonas biológicamente idénticas a la forma humana del estrógeno y la testosterona, derivadas de una fuente vegetal natural.
Sí, este procedimiento tan en boga se llama “pellets”, y se trata de una pieza pequeña del tamaño de un granito de arroz, el cual se coloca en la cintura sobre el tejido adiposo. La duración depende del paciente (entre 4 y 6 meses).
Es diferente en hombres y mujeres, y no tiene efectos secundarios relevantes, en cambio no solo aumenta el deseo sexual, sino da fuerza, juventud, fortalece los huesos, en fin una regeneración natural.
Creo ser la candidata ideal para su colocación. Así que ya saqué cita para este sencillísimo procedimiento para rejuvenecer, pero también para disfrutar de la divinidad de la sexualidad