El aniversario de esta publicación me tentó a averiguar el origen histórico de su nombre, OVEJA NEGRA.
En el Libro de los gatos, del año 1400, ya se tiene el concepto de la oveja negra como la menos preciada del rebaño.
En el “Inventario general de insultos” de Celdrán Gomariz (1995), se lee: “Llamamos así a quien difiere desfavorable o negativamente del resto de los componentes de una familia o grupo.
“Sin embargo, el origen de este sintagma adjetivo parte de la confusión entre la palabra originaria, “arveja”, y la hembra del carnero -por su proximidad fonética entre los sonidos iniciales del término-. Todo ello circunscrito semánticamente a las prácticas seguidas para decidir o votar premios y castigos, en cabildos y conventos.
“Antiguamente en cabildos y conventos a fin de calificar a alguien, tanto moral como académicamente, los individuos con derecho a voto introducían en una bolsa negra un garbanzo o una arveja.
“Si la resolución era positiva, la legumbre en cuestión era de color blanco; si se consideraba negativamente el asunto o persona, se introducía la arveja o garbanzo negro. Ser la arveja negra era tanto como distinguirse desfavorablemente.
En el uso moderno, la expresión ha perdido sus connotaciones negativas, y el término se le otorga usualmente al miembro de un grupo que posee características diferentes a sus compañeros.
Así que OVEJA NEGRA y ARVEJA NEGRA tienen el mismo sentido, el de SER DIFERENTE, y me considero tal cual ¡HABLANDO AL CHILE!
