Dicen que en la primavera el deseo sexual aumenta, y hurgando en los recovecos científicos, encontramos que sí, y por varios motivos.
La luz del sol es uno de ellos. A partir del equinoccio de primavera los días son + largos, lo que nos llevan a estar + tiempo expuestos a los rayos solares, y como resultado el cuerpo produce mayor cantidad de vitamina D, asociada con la presencia de testosterona en la sangre.
De acuerdo con estudios realizado por científicos los niveles + altos de vitamina D en la sangre coinciden con los de testosterona, la + importante de las hormonas sexuales masculinas.
Al tomar el sol el cuerpo libera endorfinas y seratoninas, neurotransmisores que provocan sustancias relacionadas a la felicidad y al placer, que a la vez reduce el estrés y la ansiedad, ambos inhibidores del deseo sexual.
Y aunque no lo crean otro ingrediente clave: ¡el sudor!, uno de los elementos + primitivos, relacionados a la búsqueda de la pareja sexual. Así que esta primavera ¡a darle gusto al cuerpo!