Admitamos que todos tenemos esa “idea – ideal” a la hora de definir la seguridad que se desea disfrutar y compartir.
Habitual e íntimamente dejamos que nuestra mente se pasee de manera positiva y nostálgica para intentar gozar de un escenario que, desgraciadamente se nos escurre entre los dedos debido a esa constante falta de resolución.
Y es que deseo y buenas intenciones existen, pero paralelamente aparecen resistencias que dan pie a una curiosa combinación de estabilidad y fragilidad nacional que imposibilita el desarrollo de propuestas y cambios de mayor calado.
Ante este panorama, la diversidad de agentes privados opta por resolver sus problemas directamente involucrándose en procesos particulares, concretos y finalistas.
Convengamos pues que desde lo privado se actúa limitada y puntualmente, pero la transversalidad del turismo aconseja tener en cuenta otros parámetros para evitar tensiones, vulneraciones y las reiteradas faltas de control.
Puestos a superar esta inseguridad, admitamos nuestra reducida capacidad (individual) para transformarla. Y es que sus mejoras demandan y lo reitero, agentes y servicios añadidos con nuevas implicaciones al objeto de alcanzar los procesos y objetivos deseados.
Ante lo infructuoso de esta situación, parece que el concepto de “deterioro no rupturista” que aprieta, pero no llega a ahogar del todo, continuará ofreciendo un dudoso a la vez que “confortable y pactado acomodo”.
Seamos conscientes de la necesidad de superarlo para que no forme parte irreversible del paisaje mexicano. Para ello, la seguridad nacional debería interiorizar que sus reducidos resultados se deben en gran medida al escaso uso de criterios de compatibilidad.
En este sentido, preguntémonos por la incidencia que sobre la seguridad nacional tendrían los procesos de seguridad turística, donde no solamente no supondría riesgo alguno, sino que su aportación técnica y estratégica conllevaría su seguro acople y enriquecimiento.
*Iñaki Garmendia Esnal. Experto en Seguridad Turística y Miembro del Comité de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT/UNWTO.