Liliana González
La lista de sus beneficios es larga. El caldo de huesos es rico en calcio, magnesio, potasio. fósforo, minerales, glucosamina.
Su tuétano aporta vitamina A, K2, zinc, hierro, omega-6 y omega-3, entre otros nutrientes, todo en su conjunto ayuda a regenerar y reforzar los huesos.
Asimismo, benefician nuestro aparato digestivo. De hecho, esta bebida puede ser óptima para problemas de intestino impermeable.
Por otro lado, los aminoácidos en estos caldos ayudan contra la inflamación. También mejoran la salud de las articulaciones y su consumo podría ayudar a minimizar los síntomas de artritis.
Tomarlo con regularidad puede ser útil para reducir la ingesta de calorías, pues la gelatina que contiene incrementa la sensación de saciedad.
También contiene colágeno para la producción de éste en nuestro organismo mejorando piel, uñas y cabello.
Se pueden elaborar caldos con pollo, ternera, cordero, cerdo o pescado, agregando diferentes verduras y especias para darle aroma y sabor.
Se recomienda usar ingredientes idealmente orgánicos para incrementar sus propiedades nutricionales, evitar el uso de químicos y contribuir a una producción + saludable.