Con mucho desaseo, como si se tratara de un concurso de poca monta, el Ayuntamiento decidió dobletear en la entrega de la medalla Sigfrido Paz Paredes y en una sola sesión solemne de Cabildo, el 20 de abril, DESPACHÓ EL TRÁMITE DE LAS PRESEAS DEL 2020 Y DEL 2021, ALEGANDO QUE NO FUE POSIBLE HACERLO DE OTRA MANERA A CAUSA DE LA PANDEMIA.
Un despropósito, pues las medallas del año pasado, el 50 Aniversario, fueron a dar, con mucha lógica, AL GRUPO DE FUNDADORES DE CANCÚN, Y EN ESPECÍFICO A TRES PIONEROS EJEMPLARES, LUISA LORIA, DANIEL ORTIZ Y RUDI LEAL, Y LAS DEL 2021, como tenía que ser, fue conferida a un héroe de la pandemia, Ricardo Villalba, que destinó las utilidades de su negocio de zapatería a instalar un comedor popular para alimentar, para decirlo de manera elegante, a los desposeídos.
Esa mezcolanza de heroísmos le quitó brillo a la premiación, que además se efectuó ante un Cabildo parchado por las campañas electorales, pero al menos hay que reconocer que el Consejo de Premiación recuperó el juicio y premió a ciudadanos que bien lo merecían, y que sin duda cubren el requisito que exige el nombre de la medalla, Al Mérito Ciudadano, ALEJÁNDOSE DE LA TENTACIÓN DE QUEDAR BIEN CON ALGUIEN, COMO SUCEDIÓ EN EL PASADO RECIENTE, CUANDO UNA MEDALLA SIN MÉRITOS FUE A DAR A RECOMENDADOS DEL PODER O A LAS SIMPATÍAS DEL ALCALDE EN TURNO.
Como su sonrisa cargada de ironía, creo que Sigfrido estaría de acuerdo con la decisión.
