El mexicano JESÚS RIVERA ha logrado lo que ningún enólogo en la historia del Concours Mondial de Bruxelles, colocar dos Vinos Revelación Internacional (Tinto y Blanco), además de poner en el manto estelar a la bodega El Cielo
DETRÁS DE UN BUEN VINO…
UN BUEN ENÓLOGO
-¿Como te involucraste en la enología?
La viticultura siempre estuvo presente en mi vida y por generaciones. Mi abuelo, mi padre trabajaron el viñedo. Tuve contacto con la naturaleza, pude ver el manejo del viñedo, el darle una expresión, una voz.
-Tu salto cuántico…
Llegó una persona muy importante en mi vida, Michelle Rolland, un enólogo egresado de la Universidad de Burdeos con un doctorado en Enología. Se presentó la oportunidad de trabajar con él en un nuevo proyecto, una vinícola en 1994, que ahora es Chateau Camou. Ahí despegó mi carrera.
-Tu expertise…
Después de colaborar en Barón Balche -donde se hacía en su momento el vino más caro de México-, y desarrollando mis habilidades me atreví a comenzar con mi vinícola, dándole expresión a nuevos varietales.
-¿Cómo te involucraste en la vinícola El Cielo?
Conocí a Gustavo Ortega, se dio cuenta de mi pasión por el viñedo y mi desempeño en la bodega, y le gustaron mis vinos. Me invitó a unirme a su nueva vinícola creando vinos con una mayor expresión.
-¿Cuáles han sido tus aciertos como enólogo?
Una constante es no detener el aprendizaje, formación y experiencia. He puesto en marcha las prácticas enológicas modernas enfocadas en la calidad de la fruta y las técnicas de vinificación a través de un sistema de flujo por gravedad.
-¿Cómo has participado en la creación de vinos El Cielo?
El trabajo de enología no es sólo en bodegas; inicia desde el campo, en el viñedo, en la tierra, en las plantas. Entre ambas cabezas monitoreamos el manejo de la vid y tratamos de implementar mejores prácticas de manejo y sustentabilidad para brindar mejor calidad de fruta para una mayor expresión en nuestros vinos.
-¿Qué te ha significado crear 2 vinos Revelación en el Concurso Mundial de Bruselas?
Para serte franco, al principio no podía creerlo. Creo que este año estuvo lleno de sorpresas y la + grande fue ésta. Para mi llegó a ser un logro personal, un compromiso, satisfacción, emoción y orgullo, pero sobre todo sentir esa pasión por lo que me gusta hacer que son los grandes vinos.
–¿Cuál es el ABC de Chuy?
CONSTANCIA en la calidad del fruto; TRABAJO EN EQUIPO desde el campo hasta la bodega, y COMPROMISO con la sustentabilidad en pro del MEDIO AMBIENTE.
-¿Cuál es tu sueño como enólogo?
Mi sueño es ver mis hijos participando en los proyectos de enología y viticultura. Que ellos sigan mis pasos y que algún día lleguen a ser mejores.
-Los desafíos como enólogo…
Los cambios climáticos, por lo que debemos ser sustentables en la viticultura orgánica, generar mejores prácticas al viñedo y mejor materia prima. Y en la enología, seguir respetando el origen de la fruta con características de nuestra zona, y ¿por qué no en futuro? ¡experimentar en otro país!
-Como enólogo, ¿qué deberías confesar?
Nada que no haya dicho antes, no existen secretos.