Karen Reyes como ciudadana universal y con 2 décadas en la industria turística, busca crear experiencias uniques y 100% personalizadas para ¡comerse al mundo! a través de su empresa CHILMEX
– Karen ¿Cómo te defines en tres adjetivos?
Caprichosa, intensa y apasionada
– ¿Cuándo llegaste a Cancún?
En 2013.
– ¿Qué significa para ti este destino?
Paraíso y calidad de vida.
– ¿Qué le debes y qué te debe el Caribe Mexicano?
Le debo mi nueva vida, y me debe más años.
– ¿Cuál es tu ADN?
Pasión.
– Esa transición de hotelera, a empresaria de agencia de viajes, bajo la rúbrica Chilmex, ¿qué significó?
Significó un sueño y de poder demostrar la pasión completa que durante casi dos décadas me ha despertado el turismo y verter mi experiencia de todos estos años en una área más versátil.
– ¿Por qué te decidiste en esa vocación de agencia de viajes a través de Chilmex?
Fue una decisión para poder compartir la experiencia de los años en el turismo y poder crear experiencia muy particulares a los viajeros en el destino.
– ¿Qué experiencias ofrece Chilmex?
La experiencia número uno es volver a las bases, con el servicio de persona a persona. Y creamos experiencias personalizadas, diferentes a la oferta del mercado de acuerdo con sus aficiones, gustos y exigencias.
– ¿Cuál es la proyección de Chilmex a corto y mediano plazo?
A corto consolidar CHILMEX en el Caribe Mexicano, a mediano plazo operar en Sudamérica, donde empezamos ciertas operaciones, y a largo plazo universalizarnos, ¡comernos al mundo!
– ¿Cuál es la filosofía empresarial?
Hacer de CHILMEX una empresa totalmente responsable, utilizar la tecnología a favor de la optimización de procesos y de la globalización para contactarnos con los viajeros y devolverle a los ciudadanos del mundo la calidez de humano a humano.
– La feminidad y sensualidad, ¿van peleadas con tu vida empresarial?
Para nada.
– ¿Por qué te declaras hoy OVEJA NEGRA?
Porque desde que tengo uso de razón, transgredo las reglas.