Existen vínculos entre padres e hijos que se convierten en un desorden de roles, es decir, en algunas ocasiones los hijos usurpan el lugar de padres, abuelos, hermanos o parejas.
“En la familia cada uno tenemos un lugar distinto, único y especial, y es importante que a cada uno se nos reconozca ese lugar biológica, social y jerárquicamente, pero tenemos que apropiarnos de él emocionalmente”, dice la especialista Eva Bach.
En todos los casos, las usurpaciones de lugar conllevan algún tipo de desorden familiar con consecuencias perjudiciales para relaciones sanas.
Y son estos desórdenes de roles que también en algún momento bloquean tu éxito y tus logros personales.
La usurpación demanda tiempo, cuidado y atención de hijos a padres, y viceversa, que x amor y lealtad se ejecutan con serias consecuencias.
Pongamos en orden nuestro lugar en el clan familiar, especialmente cuando sientas que esa relación te está siendo muy difícil de sobrellevar.
Vamos hacer un ejercicio de sicomagia. Llama energéticamente al alma de tu “usurpador” si te encuentras dentro de este desorden, e imagina su silueta, respira y reafirma tu lugar en el clan:
“Papá (mamá) yo solo soy tu hijo, y siempre lo seré. Yo no soy tu pareja. Soy tu hijo, ese es mi lugar y ese es mi destino”… ¡Libérate, sánate y sé feliz!
