Iñaki Garmendia Esnal. Experto en Seguridad Turística y Miembro del Comité de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT/UNWTO.
Deseo reiterar que, los responsables de servicios públicos y privados han de realizar esfuerzos añadidos para mejorar una rutina turística que trasmite la idea de que todo se encuentra en orden, aunque son conscientes de que, todavía es necesario “hacer algo más”.
Gestores que, siendo los primeros en percibir esta tensión, han de considerar que sus empresas y entorno, no solamente son sistemas productivos, sino que también pueden llegar a ser generadoras de experiencias y servicios destructivos.
Se trata de responsables que habitualmente, discuten sobre la excelencia, el éxito, el crecimiento y el liderazgo turístico y de los servicios, además de tener que identificar, discutir e implicarse sobre los potenciales fracasos, deterioros, violencia y hasta muertes.
Gestores que van desarrollando su capacidad de imaginar lo peor, lo impensable e inenarrable como base para desplegar procesos que eviten tales sucesos. Y es que las crisis “no suceden porque sí y basta” y menos las generadas por el hombre de manera premeditada.
Con ello, iría surgiendo una nueva filosofía corporativa con un fuerte impacto en la excelencia social y sectorial de Quintana Roo, que dotaría de mejoras en sus productos y servicios, amén de protegerles integralmente de sus características y consecuencias más peligrosas.
Por añadidura, que el espejismo de unas cifras que se mantienen – mejoran, no suponga el bajar la guardia ya que siguen pendientes aspectos varios, como la cuestionada capacidad de interlocución ante los representantes de los países emisores más significativos, hecho que genera zozobra e inestabilidad a raudales.
Esa nueva excelencia social y sectorial le dotaría a Q. Roo de mayor fuerza estratégica y argumental ante el “examen periódico” que supone participar en dichas reuniones. Exigencia de la exportación vía turística.