Hemos de ser conscientes que la reciente historia de México va unida a sus crisis de seguridad, lo que sigue generando una preocupante cantidad de secuelas.
Con base en ello y coincidiendo con una nueva legislatura, no parece descabellado proponer el desarrollo de un modelo de “seguridad regenerativa” como antídoto a la actual escena política, social y turística”.
De salida, el problema radica en la reiteración de ciertas prácticas básicas, predecibles e incapaces de frenar una violencia que sigue ahí, con un sector que continúa soportando trances impropios de su actividad y de muy difícil manejo.
De salida, el problema radica en la reiteración de ciertas prácticas básicas, predecibles e incapaces de frenar una violencia que sigue ahí, con un sector que continúa soportando trances impropios de su actividad y de muy difícil manejo.
Familiarizados con este escenario, las políticas de regeneración supondrían una nueva regulación y distribución de responsabilidades donde los destinatarios finales fueran tanto los 129 millones de mexicanos comolos 42.1 millones de turistas extranjeros.
Regulación basada en lo que denomino una “transdisciplina de seguridad” como fórmula de valores y ajustes y todo, con la premisa de la inmediatez.
Se trataría pues, de un plan de urgencia e integridad nacional, con el foco puesto en el proceder de los líderes políticos en la tan necesaria vertebración socio – sectorial.
En este sentido, convendría tener en cuenta que los cálculos políticos van a estar siempre presentes, pero a ser posible co. base en esa “seguridad regenerativa” donde, no nos achiquemos, los esfuerzos por el mutuo convencimiento podrían ser mayores que el posterior proceso de cambio.
Con este escenario, la arquitectura institucional de seguridad debería de tomar más en serio la singularidad del hecho turístico por compromiso y preocupación con un entorno social y productivo donde su competitividad y convivencia están muy condicionados por una(in)seguridad coincidente y compartida.
Recordemos, juntos 129 millones de mexicanos y 42.1 millones de turistas con sus matices permitirán vislumbrar con mayor precisión el método y las tácticas a poner en marcha.
*Iñaki Garmendia Esnal. Experto en Seguridad Turística y Miembro del Comité de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT/UNWTO.