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Sara Patricia Orea

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Hecha así misma, se ama mujer, cosa que nunca ha sido problema para triunfar en su profesión como magistrada. Defensora del derecho de niños y adolescentes, habla fuerte, en méxico, en latinoamérica, no teme decir lo que piensa. Denuncia y exige para hacer oír esas voces secuestradas ante la indiferencia, la impunidad y la corrupción que arropa a la delincuencia organizada, sus coptores

-¿Niñez, Adolescencia, Violencia, Crimen organizado?…?

Un tema complejo, difícil, pero además dramático porque son realidades en nuestro país.

-Cómo conferencista, ¿cuál es tu manifiesto?

Tratar de abrir los ojos no solo a jóvenes, sino también al Estado y a la sociedad en general, porque el tema de la niñez y adolescencia nos compete a todos, así como el detectar cuáles son los factores que provocan que delincan, el saber distinguir la delincuencia común a la delincuencia organizada; es un fenómeno terrible.

-Caso Ovidio Guzmán

Hubo algunos videos circulando en redes y noticieros durante el enfrentamiento entre la GUARDIA NACIONAL Y SU GRUPO DE SICARIOS, DONDE SE PUEDE VER QUE MUCHOS DE ÉSTOS ERAN MUY MUY JÓVENES, de lo que se desprende cuántos niños y adolescentes ven como un factor de admiración el tema de los narcos, el cómo quieren imitarlos, aunque también cómo son involucrados por los cárteles.

-¿Hay datos de Cuántos están en cárteles?

30,000 niños y niñas cooperan con grupos criminales ejerciendo varias funciones en la comisión de aproximadamente 22 tipos penales, DESDE DELITOS CONTRA LA SALUD, SECUESTROS, HOMICIDIOS, TRATA DE PERSONAS Y EXTORSIONES, de acuerdo con cifras del ámbito académico.

-Cifras…

De acuerdo con Save The Children, 8% de los homicidios que se cometen en MÉXICO tienen como víctimas a ADOLESCENTES DE ENTRE 15 Y 19 AÑOS.

-Más cifras

Las estadísticas de mortalidad del INEGI muestran que de 2004 a 2013 fueron asesinados un total de 10,875 niños, niñas y adolescentes.

-¿Es un tema mundial o lo vivimos más intenso en nuestro país?

Sin desconocer que en otros países de Latinoamérica, como el Cono Sur o Centroamérica hay delincuencia, detectamos diferentes tipos de violencia. En el caso de las maras salvadoreñas, por ejemplo, es un tema de pandillas, mientras que en MÉXICO y Colombia es un fenómeno de delincuencia organizada, donde adolescentes, un sector poblacional vulnerable, son coptados por los cárteles.

-¿Crees que esté alejada de la realidad las series y películas de Narcos dónde se retrata este tipo de situaciones?

Nada más cercano a la realidad. Lo que puedo decir de estas series, es el retrato de cómo jóvenes de secundaria son privados de su libertad, como son “levantados” y cómo los empiezan a “capacitar”, y esto es un fenómeno real y “endémico” de nuestro país.

-¿Y el estado?

El año pasado hubo un estudio muy interesante efectuada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM junto con la Comisión de Derechos Humanos sobre la delincuencia organizada en MÉXICO y los adolescentes, un refleja de este fenómeno “endémico” en nuestro país, muy severo, que el estado finalmente no ha sabido, -o no le interesa- cómo enfrentarlo.

-No hay ni un narco que viva en un mundo fantástico, o mueren o terminan en la cárcel.. Me lo ha dicho el hijo de Pablo Escobar.

Así es, pero esa también es una responsabilidad de Educación, de falta de oportunidades, de políticas públicas infructuosas y que fomentan el no estudio, el no hacer nada.

-¿Qué opinas de la amnistía anunciada por el presidente para que 300,000 reos salgan libres?

Hablar de la pena en concreto es complejo. A veces creemos que a lo mejor imponiéndoles penas hasta la muerte va a solucionar la delincuencia.

Hay varias cosas. MÉXICO ha firmado tratados internacionales que evidentemente no lo harían posible. Lo que sí tenemos son penas hacia la muerte. EN EL CASO DE CDMX LA PENA + GRANDE ES DE 70 AÑOS, pero ¿qué sucede en muchos supuestos? Que los jueves y magistrados suman pena +!pena + pena y pueden llegar a hasta 800 años, y es un absurdo y tan no interesa el tema de los “cuantums” que no vemos los resultados que el estado quiere. Sí surtiera efecto, la gente ya no delinquiría, así de simple.

-¿No será la impunidad?

Yo creo que la impunidad tiene que ver, y es el más grave problema. Yo hace unos años hice un estudios para la Unesco sobre la percepción de la delincuencia en México y concluyo que es la impunidad, y que en muchas ocasiones la generamos los integrantes del poder judicial porque no podemos desconocerlo, se genera impunidad bien en los juzgadores, o bien en las fiscalías que no están haciendo bien el trabajo

-¿Te refieres al Estado de esta nueva administración?

MÉXICO en 2005 sufre una transformación en delincuencia juvenil y a partir de esta, todo iba encaminado a que se judicializaran los asuntos de adolescentes y niños, que no quedarán a la deriva, que hubiera un debido proceso. En el sistema anterior a lo mejor tendríamos 2,000 casos al año de adolescentes solo por numerizar, qué es lo que está ocurriendo? El tema le ha dejado de interesar al Estado, pues si llegamos a tener conocimiento los jueces de la CDMX de 300 asuntos al año es mucho.

-¿Esto qué significa?

No significa que los jóvenes no delincan, SIGNIFICA QUE NO ESTAMOS HACIENDO LA TAREA LOS QUE TENDRÍAMOS QUE ABOCARNOS al tema, y aquí en el caso concreto son las fiscalías.

-¿En qué sentido?

Desde el mes de noviembre de 2019 no existe en CDMX un fiscal encargado del tema porque a la fiscal general no le interesa. Evidentemente VAMOS SUMANDO FACTORES: IMPUNIDAD, CORRUPCIÓN, QUE VAN DE LA MANO EN MUCHOS DE LOS CASOS.

–El problema de este país la dualidad de corrupción/impunidad…

Lo vemos en los feminicidios. Hay un gran desinterés de parte del Estado. Por citar el caso de la niña Fátima. Las agencias policiales y la fiscalía ya tenían noticias de la desaparición de la niña. No es posible que NO se hayan abocado a la investigación y que las investigaciones hayan sido realizadas por los propios familiares; cuando ya muerta, encuentran el video, pero es la familia, no fue el Estado.

-¿Las agencias policiales estatales fallan, y cuál es el resultado?

Desesperanza, incluso al interior del poder judicial. Nos preguntamos, ¿y para qué estoy?

-Por ejemplo, detienen a los delincuentes, los llevan ante la Fiscalía, y tienen que tener muchísimo cuidado cómo reporta Seguridad Pública el delito porque si no puede salir en libertad…

“Me parece que Esas son en algunas de las ocasiones perversiones de parte de los jueces, exacerban el principio de legalidad, y eso genera impunidad, genera descontento, desconfianza o en muchas ocasiones tanto los fiscales como jueves se prestan a los juegos, y eso es perverso.

-Los retos…

No son pocos los retos en cada una de las fases que lo integran, desde prevención e investigación del delito, hasta los tribunales. El punto de partida es identificar los factores que llevan al joven a ser sujeto del sistema de justicia, para así implementar políticas públicas que lo eviten

-¿Y como operadores del sistema?

Caben todos: abogados, defensores, fiscales o jueces en general la responsabilidad, pues es innegable el problema compartido de impunidad y falta de eficacia en la justicia.

Ciertamente el compromiso es de todas las partes: estado, sociedad civil, medios de comunicación.

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