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JOSS ALVA, CEO DE MUSIC VIBE

Entre las 3 principales empresas del show business y navegando en el océano azul, JOSS ALVA, CEO de Music Vibe, busca hacer de MAYAKOBA un Holiday Destination de proyección internacional con figuras de talla mundial como Luis Miguel, quien cierra 2023 con megaconcierto.

-JOSS, ¿Cuándo descubriste que eras OVEJA NEGRA?
Siempre fui muy curioso; recuerdo que mi mamá me decía ‘confórmate con lo que tienes’, pero algo en mi interior me decía que podía ir más allá de esos límites. Desde chico trabajé vendiendo adornos, fui botarga infantil y vendedor de discos de videojuegos… me arriesgo, me equivoco, aprendo, sin miedo..

-¿Cómo te describes en tres adjetivos?
Apasionado, arriesgado y últimamente adicto al trabajo.

-JOSS, ¿Cómo inicias en el mundo del espectáculo?
Estudié mercadotecnia en CDMX, busqué la oportunidad de entrar al mundo del BTL (Below The Line) trabajando para importantes marcas hoteleras y cerveceras gestionando todas las activaciones a nivel nacional. Después de un tiempo decido independizarme ganando un concurso para desarrollar una plataforma de música, ha sido un proceso muy interesante y lleno de retos que me apasiona mucho hasta la fecha.

-Tu visión de la música…
Lo que más me gusta de la música es entender cómo se convierte en punto de ocasión. A través de varios estudios y herramientas mercadológicas descubrimos que la música se vuelve relevante para las personas porque tiene un gran impacto en sus vidas. La música influye en nuestro estado de ánimo, nuestro sentido del humor, crea o revive vínculos afectivos con la familia, pareja o amigos, nos puede transportar al pasado o incluso al futuro en un solo segundo, está presente en todos lados. 

-¿Qué te movió de la música?
Me inspiró mucho la posibilidad de contribuir a crear estos estos momentos tan especiales para la gente, que puedan vivir experiencias únicas a través de nuestros eventos.

-¿Cómo fue tu fórmula?
Yo creo que aparte de ser curioso y arriesgado, ha sido también constancia, disciplina y dedicación. Claro, también el feeling de poder identificar el talento. Empezamos desarrollando festivales de rock y de música electrónica con artistas como Kiss, Guns N’ Roses, en la parte de música electrónica a Marshmello, David Guetta, entre otros.
Tanto mi equipo como yo nos hemos esforzado mucho por dar siempre lo mejor en función de ofrecer a la gente shows de excelente calidad y variedad para todo tipo de público.

-¿Cómo has evolucionado?
La fundación de MUSIC VIBE, en 2019, también significó la creación de su propia compañía boletera, FUNTICKET, misma que ha alcanzado un crecimiento muy importante en los años recientes en México, consolidándose como una empresa con una oferta de talento y de espectáculo muy vasta.

EL SHOW BUSINESS

-¿Cómo posicionaste a Music Vibe entre las mejores empresas del género en el país?
A raíz de la pandemia hicimos una “pausa obligatoria” en la que nos replanteamos 3 líneas: cómo vamos a convencer a los artistas o a las agencias de los artistas a venir con una propuesta diferente, sustentable, porque en este negocio de tanto riesgo, muchos aparecen y desaparecen muy rápido por malas prácticas financieras. Entonces armamos un esquema con la parte de capital y la salud financiera para que la empresa no dependiera de los shows, y que a la vez diera certeza del pago a las agencias y managers de los artistas y del espectáculo a la gente. Armamos una estructura potente.

-¿Cómo diseñaron la fórmula?
Nuestro modelo de negocio está basado no sólo en ingresos por ticket, sino en un sistema de comercialización adecuado, una buena operación de alimentos y bebidas; el involucramiento de marcas, negocios adicionales, merchandising que puedan generar recursos, ya que el negocio del espectáculo es de mucho riesgo.

 -¿Y el tercer punto?
Se trató de identificar a la gente para que nos ayude a democratizar la música y hacerla inclusiva, en el sentido de poder entender que hay gustos muy variados, que nos gusten o no los corridos o la música electrónica, la música es algo que tiene que estar vinculado a la libertad de expresión.

– ¿De qué se trata la democratización?
Hoy tenemos claro, que si bien somos la empresa que ya tiene más share en término de latinos como Alejandro Fernández, Ricky Martin, Luis Miguel, Ricardo Arjona, Daddy Yankee, Los Bukis, Alejandro Sanz, también hacemos rock, regional mexicano, electrónica, un poco de clásica con Andrea Boccelli. Todo esto nos ha permitido democratizar la música en los géneros y en poder llevarla a todos lados, de Tijuana hasta Mayakoba, en Riviera Maya, un lugar en el que nunca hubiera pensado nadie que iba a haber este tipo de talentos.

MAYAKOBA, HOLIDAY DESTINATION

-Y precisamente, ¿cómo se da la alianza en un lugar tan exclusivo como Mayakoba?
Siempre he sido partidario de hacer cosas diferentes, y para mí Mayakoba es sinónimo de confianza, el Holiday Destination por excelencia para hacer eventos muy íntimos y genere a la vez una propuesta disruptiva a lo tradicional.

-Comercialmente ¿es rentable?
Es una gran herramienta comercial, porque cuando vas con un artista o su manager, nuestro argumento es que la gente lo va a poder ver en otra atmósfera, más íntima, más allá de un Auditorio Nacional, donde se sentirá más a gusto, donde cantará sólo para cuatro mil personas. En cuanto al público buscamos que sea un modelo de negocio caro, sí, es una inversión de nivel alto, pero lo que va a vivir en Mayakoba es algo que en México no existe. En otros países este concepto opera bajo la denominación de Holidays Destination.

-La apuesta…
Tuvimos la oportunidad de platicar con los directivos de Mayakoba, quienes creyeron en el proyecto. Tendremos un periodo a evaluar durante este y el próximo año, y de la respuesta que tengamos del público vamos a evaluar si se posiciona el recinto para hacer eventos. De lograrlo, pretendemos hacer 3 o 4 grandes conciertos con talentos que son el número 1 en el mundo, y en esta primera etapa el cierre será con la exitosa gira mundial de Luis Miguel.

-Con respecto de los artistas…
Mira, los artistas son fáciles y difíciles. Su proceso es muy rápido, el primero es que les interese la oferta económica, y enseguida que el modelo de negocio sea sostenible, a mediano y largo plazo. Sin embargo, lo más importante que siempre les va a llamar la atención es lo diferente. He visto un común denominador en ellos: todos están un poco locos, y les encanta arriesgarse a lo fuera de lo común.

-Y el público, ¿cómo lo mueves de su zona de confort?
Todo se trata de la experiencia. La calidad del artista es muy importante, pero lo que hay alrededor es un gran motor para que el público decida salir de su ciudad, tomar un avión, hospedarse, y el público local ó regional se aventure a transportarse 2, 4 ó 5 horas.
Es un poco entender lo que la gente busca y que en los próximos conciertos digan ‘me encantó, quiero ir ahí’. Quizá tras posicionarse el lugar, podamos ser más arriesgados con el artista que viene, porque la gente sabrá que siempre asistirá a un evento de gran calidad, un concierto con concepto diferente, algo que no vas a vivir en un auditorio, en un lugar cerrado.

-¿Qué necesitan para posicionar ese gran escenario?
Posicionar un lugar no es fácil; todos, el Auditorio Nacional, el Foro Sol, han tenido un proceso de construcción de posicionamiento, en donde primero tienes que invertirle para que luego tú como fan sepas que vas a tener todo tipo de comodidades y servicios de calidad: buena acústica, transportación, comida, bebidas, sanitarios.

-¿Cómo soportas esa magnitud de conciertos a lo largo del país?
Tenemos toda la estructura y experiencia operativa, sabemos que nos vamos a meter ¡a la jungla! Contamos con un equipo interdisciplinario que les va a ayudar a nuestros proveedores estratégicos a lograr el objetivo.

– ¿Cómo te ha ido aquí en esta plaza?
Esta plaza es muy compleja, artistas que llenan un auditorio, aquí de repente no. Sigo aprendiendo, no te lo puedo explicar a fondo todavía, me ha sorprendido no solo en Cancún, también en otras ciudades.
Pero estoy muy agradecido con el Caribe Mexicano por grandes aciertos, ejemplo, el último concierto de Daddy Yankee, fue una locura, se vendió todo en dos días, fue récord de ventas en el Estadio Andrés Quintana Roo.

-¿Y con Alejandro Fernández y Ricky Martín?
En Mayakoba con los conciertos de Alejandro Fernández y Ricky Martín conseguimos un aforo del 80%, que nos permitió dar estos grandes shows. Creo que es un gran logro, porque la gente que nos acompaña tiene que tomar una decisión complicada, se preguntan ¿dónde me voy a estacionar? ¿va a haber baños? Estamos aprendiendo mucho.

-¿Cómo piensas fortalecer el mercado regional?
Buscamos que la gente nos comparta su experiencia, también fórmulas para consentir al público local como atractivos descuentos. Estamos descubriendo qué quiere la gente para su comodidad y que se vayan felices. Yo sé que hay gente que va a decir, ‘¿sabes qué viejo? quiero ir a ver a Luis Miguel’, y entonces nos enfocamos en que la experiencia sea muy gratificante. Estamos descubriendo un océano azul y espero que sea bien recibido y que sea rentable también.

-El precio, ¿es un impedimento?
Considero que bajar la calidad del producto, es decir, el escenario, el sonido, mismo, impactaría de manera negativa en la experiencia y por lo tanto en nuestra propuesta es de valor.
Estamos tratando de llevar un evento masivo a un evento boutique. De 20 mil o 30 mil espectadores a 5 mil personas.

-¿Este formato lo vas a replicar en Puerto Vallarta, a través de la misma empresa de Mayakoba (RLH Properties)?
Vamos paso a paso; este año estamos trabajando en más de 10 estados de la República Mexicana. Tenemos mucho contenido, también los modelos tradicionales en estadios y auditorios.

-¿Esto es un gran negocio dentro de la industria?
No tan grande como pareciera, pero una visión financiera más una visión estrategia de todos los ingresos periféricos que hay a su alrededor, es lo que hace la gran diferencia. No es como mucha gente se imagina, ‘aaah voy a contratar a fulano de tal y cobra tanto’…

-¿Cómo lo afianzas? 
Hay todo un análisis de información detrás, ejemplo, data en plataformas digitales por país, históricos de shows, otros socios mayoritarios del negocio, etc.  Entonces, de pronto puede haber un muy buen negocio y de pronto uno no tan bueno, pero el público no tiene la culpa.

-Y en todo caso ¿cómo protegen al público?
Nos ha tocado ganar y nos ha tocado perder, pero nuestra filosofía es no cancelar ni un solo show para consolidarnos en Quintana Roo y en todo México, esa es una premisa muy clara, a menos que sea por un desastre natural, enfermedad del artista o por algo que no esté en nuestras manos.

-¿Hacia dónde crees que va el contenido musical?
El contenido musical va a ir evolucionando, como hoy en día lo más escuchado son los corridos tumbados, o sea, están desplazando a lo urbano, y tenemos que buscar cómo lo llevamos y lo expresamos a la gente.

-¿Y la tendencia dentro de la industria del espectáculo?
En la parte de los espectáculos, al menos en el ámbito nacional, estoy convencido que seguirá siendo un embudo, en el cual, existe una gran empresa en todo México y otras dos o tres que podemos estar posicionándonos o ganando mercado si entendemos que tenemos que generar negocios 360 o negocios integrales. Mientras eso no suceda, va a seguir habiendo gente que, apuesta, que entra y sale por no entender este negocio, donde es muy fácil perder mucho dinero.

-¿Ha sido fácil apostarle en el tema financiero al elenco que has llevado a Mayakoba?
Todo espectáculo siempre va a ser un reto. En el caso de MAYAKOBA estamos apenas construyendo un mundo para 2 horas de show, está en juego un gran capital. Cualquier error o acierto, por pequeño que parezca es decisivo en que pueda haber pérdidas o ganancias.
Ha sido un aprendizaje de fondo: definición del público, los tickets, precio, artistas y sus necesidades (hoteles, camionetas blindadas, redes), más los técnicos, el escenario, el sonido, la logística, empleados, colaboradores, estacionamientos, transfers, consumos, meseros… ¡Uff! es un estire y afloje. Necesitamos hacer una sinergia mayor con cada socio estratégico.

-¿Mayakoba como Holiday Destination ha funcionado como gancho turístico?
Sí, los hoteles del complejo MAYAKOBA ha tenido muy buena respuesta en reservaciones, entre un 35% y 40%. El reto en esta región es encontrar una sinergia, con toda esta industria turística, asociaciones, instituciones de promoción y que el gobierno se comprometa y entienda que traer esta clase de artistas es una gran estrategia para continuar proyectando los multidestinos.

-¿Cómo se lograría esta sinergia?
A través de la difusión internacional con los turistas, crear alguna campaña para devengar ciertas noches o ciertos puntos. Estamos ciertos que este tipo de eventos generan una derrama total que le va a ayudar al aeropuerto, a los taxistas, al restaurante, a los hoteles. Abogamos por hacer una sinergia entre órganos privados, órganos públicos y nosotros como empresarios para poder generar una derrama mayor.

OBSTÁCULOS, RETOS

-¿Cuáles crees que son los obstáculos para vencer en la industria del entretenimiento?
El primero que no se ha logrado en CDMX y en algunas ciudades principales, es el tener el apoyo de las instancias gubernamentales y privadas para trabajar, por el gran líder que existía; creo que esa parte de la democratización y del poder tener el acceso a hacer estos shows sigue siendo un reto y hay que trabajar en él. El segundo es seguir manteniendo a México como uno de los generadores de contenido musical y de espectáculos líderes en el mundo, que hoy lo es.

-¿Cómo lograr que el mundo del espectáculo se descentralice de las grandes ciudades?
Lo que hacemos empresas como Music Vibe es que cuando Shakira, cuando Taylor Swift digan yo quiero ir a México, digan quiero ir a Quintana Roo, a Mérida, y que vean lo que hizo Dady Yankee, que llegó a todas las ciudades, porque saben que tienen público en todas partes y que les podemos dar las condiciones de seguridad y condiciones de estabilidad, para que sientan que México no es el que ven en las series o en las narconovelas.

-¿La inseguridad ha permeado en la industria?
Sí, muchos artistas a veces vienen paniqueados por cosas que suceden por ejemplo en Culiacán. Y ese es uno de los grandes retos, convencer a los artistas de las oportunidades que da nuestro país.

-La pandemia afectó la industria. ¿Cómo ha avanzado?
Después de la pandemia, fue un ¡bum! Pensamos que al otro año se caería, y no, fue otra vez un ¡bum! y este que es el tercer año estamos igual. Estamos viendo un tema que es importante que vayamos analizando, comportamientos financieros e indicadores de endeudamiento en tarjetas de crédito y otros factores más, como que viene la época electoral, para entre promotores y gente que vende contenido decir ‘hasta aquí mano, si no, nos vamos a canibalizar, vamos a dejar a la gente sin dinero, porque los tickets no pueden ser tan baratos’, y es que los artistas no se venden baratos.

-Con esta apuesta al destino turístico # 1 del país, ¿qué derrama están dejando?
La derrama está fluctuando entre 700/800 mil dólares por concierto. En tanto que la inversión de la empresa para poder realizar un espectáculo como éstos ronda los 20 mdp entre talento, artista. En el caso de Luis Miguel triplicará esa cantidad; son cantidades muy fuertes que van fluctuando y están directamente relacionadas con la parte de la inversión.

JOSS ALVA AL DESNUDO

-¿Qué te dejó la pandemia, qué aprendizaje?
Dos cosas muy importantes: conocer a mi familia y a mis seres cercanos, convivir con ellos; la naturaleza de mi trabajo y mi hiperactividad me lo impedían. También darle más valor y respeto a la vida, a la gente y a las decisiones que tomo.

-¿Cuál ha sido tu punto de quiebre más fuerte?
Algún problema con mis hijos y el saber que pude haber tomado una decisión que no debí y que dañé a alguien.

-Si hubiera una película que describiera tu vida ¿cuál sería?
Te podría decir la de “Adiós a Las Vegas”, pero no es buena referencia…

-¿Alguna canción que te desnuda el alma?
“Mátalas”, me recuerda una época que tuve de muy loquillo…

-¿Cuál crees que ha sido tu peor error?
Lastimar a alguien.

¿Tu mayor acierto?
Vivir sin miedo.

-¿Qué te da miedo?
Al fracaso personal, al fracaso profesional, a algo que yo planeo y no se capitalice en la manera como lo visualizo.

-¿Tu trauma?
Mi voz, no me encanta.

-¿Frustración?
No tener tiempo suficiente para poder disfrutarme, ir al gimnasio, correr, platicar…

-Si fueras un género musical, ¿cuál serías?
Podría ser algo disruptivo, podría ser un corrido tumbado, pero con un poquito más de respeto hacia la gente.

-¿Te han trasquilado?
Sí, muchas veces en términos de pareja, negocios, familia, socios; pero creo que lo importante es entender que esas cosas hay que capitalizarlas como una experiencia y de ahí puedas tomarlas para poder aprender.

-¿Te gustaría trasquilar a alguien?
No. Antes quizá sí, pero hoy ya no; hoy ya nada más me gustaría tener un poquito menos de corazón para ignorar ciertas personas y organizaciones que no tengan buenas intenciones hacia mí o hacia mi entorno.

-¿Qué palabra te tatuarías?
Suerte; de hecho la tengo tatuada, en otro idioma.

-¿Cuál es tu grosería favorita?
Hijo de la chingada. Jajajaja

-Si fuera tu última cena ¿Cuál sería tu menú?
Bebida sería una cerveza, un tequila y metería también vino. En alimentos elegiría algo de mar, me encanta el callo de hacha, camarones, algo así.

-Si vieras a Dios por primera vez ¿qué le dirías?
¡Gracias! La verdad no soy una persona tan creyente, pero sí sé que hay unas fuerzas superiores que nos ayudan a tener el don, y yo estoy muy agradecido por tener el don de tener la oportunidad de generar empleo para muchas personas, me siento un bendecido.

-¿Qué te gustaría dejar como legado?
Un buen ejemplo para mis hijos. Y en lo profesional, despertar conciencia entre los jóvenes sobre el negocio del entretenimiento. Es una industria seria, es uno de los distractores esenciales, de gozo de vida, que como humanos debemos tener, es una industria que genera miles de fuentes de empleo, y esto con la intención de que existan muchas propuestas diferentes para prevalecer.

-¿Qué te gustaría que dijera tu epitafio?
Perseverancia o resiliencia.

-Y hoy te declaras OVEJA NEGRA porque…
Porque soy una persona que busca marcar la diferencia para dejar huella no solamente en la industria, sino en la sección de negocios, con valores disruptivos, interesantes para ser replicados en las nuevas generaciones.

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