Cuestionado por periodistas presentes en “La Mañanera” sobre los cinco jóvenes de Lagos Moreno, AMLO aprovechó el bullicio y fingió no escuchar las exigencias.
No brindó información. Tampoco palabras de empatía a los familiares de los desaparecidos jóvenes.
Pero sí lanzó un chiste, e inmediatamente la frase en burla de “No oigo”, mientras simulaba un gesto para afinar su oído y negaba con las manos, reacción que ha sido severamente criticada por la sociedad mexicana en todas las redes.