La comida une y sana; alrededor de una mesa, se hacen y se platican muchas cosas. El buen comer nos enseña a ser + agradecidos, a ser mejores seres humanos… y también a ser mejores AMANTES porque el arte de la gastronomía también se practica ¡en la cama!
Y es que sucede que la lujuria es un éxtasis que te permite muchas otras cosas; me la quedo como una perversión muy personal: en el sexo, en el exceso de la comida y en muchas otras cosas.
Así que este preámbulo nos lleva al tema de hoy, ¿por qué a la champaña se le asocia de terminantemente con el sexo? Una pregunta recurrente a chefs y a sommeliers.
CUENTO DE NAVIDAD
Se dice que la Iglesia en 440 eligió la + importante festividad del año, el SOLSTICIO DE INVIERNO, como el día para celebrar el nacimiento de Cristo, uniendo simbólicamente ésta con una fecha de enorme importancia pagana, las Saturnalias, en la que la gente se entregaba a toda suerte de licencias amorosas, gastronómicas y báquicas, sacrificándose finalmente una efigie del dios Saturno.
Dice Félix Martí Ibáñez: “La Navidad fue así recogiendo rituales y símbolos de todo el mundo; las guirnaldas de flores de las Saturnalias romanas; el muérdago druida, el arbolito de Noel y hasta las posadas mexicanas”.
Yo añadiría también el destapar la champagne como símbolo máximo de celebración en las fiestas de Navidad y Año Nuevo… y de otras celebraciones, que incluyen el cortejo sexual.
¿Y EL SEXO?
Hablamos de las fiestas paganas… y las añadiduras sociales…. Sin embargo, históricamente a la champaña se le ha conferido una naturaleza sexy, sensual, seductora, y esa reputación de lubricante sexual -porque también desinhibe-, ideal para noches de pasión.
Fue con Luis XIV, el Rey Sol, cuando la champaña. se convirtió en el elixir burbujeante preferido de las excesivas y muy sensuales fiestas de Versalles. Luis XV fue un gran degustador también del “vino de color pajizo del padre Perignon” de la región de Champagne, que bebía sobre todo en compañía de sus amantes.
La + famosa de todas ellas, Madame de Pompadour, fue quien inmortalizó la frase: “el champagne es la única bebida capaz de hacer más bella a una mujer después de haberla bebido”.
Se dice que las primeras copas creadas para beber champán, de boca ancha y forma de seno, fueron realizadas por orden de Luis XV inspiradas en el pecho izquierdo de Madame Pompadour. Aunque también se dice que en realidad se inspiraba en los senos de Madame du Barry, otra de sus amantes.
Y así Champaña y Sexo se matrimoniaron desde entonces con esa vocación seductora que ha corrido a ríos x todo el planeta hasta nuestros días…