Por Liliana González
Cuando los españoles llegaron a México, ya existía una cocina sofisticada y compleja que se había ido forjando durante más de XX siglos.
Pero con la Conquista, nuestra cocina se siguió transformando gracias al arribo de nuevos ingredientes y nuevas técnicas, otros animales y sus derivados, como el cerdo y la manteca, la res,los lácteos, y el borrego, entre otros.
Las especias como canela, pimienta y clavo; la lechuga, rábanos, habas, mango, limón, naranja, manzanas, membrillos, la flor de Jamaica, el laurel y el tomillo son, aunque no lo crean, de origen europeo.
Con la caña de azúcar y el trigo, se dio el origen a la panadería mexicana que sin duda se volvió todo un delicioso y apasionante arte y con las frutas se dieron vuelo creando una deliciosa dulcería con ates, jaleas y frutos cristalizados.
Fue desde aquel entonces cuando se les ocurrió rellenar los chiles de carne de res o queso.
Sin duda, mezclas extraordinarias y un festin de sabores para consentir a nuestro paladar, con alimentos naturales, frescos y nutritivos.