Iñaki Garmendia Esnal. Experto en Seguridad Turística y Miembro del Comité de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT/UNWTO.
Pensemos que los relatos persiguen conectar con los turistas desde un plano emocional basados en una buena leyenda, franca y sencilla para transmitir escenarios, sucesos y experiencias satisfactorias, pero debido a determinadas circunstancias los relatos también suelen ser utilizados para contrarrestar realidades y escenarios negativos y de clara vulnerabilidad”.
Si nos detenemos a desgranar cualquier tipo de relato, veremos que todos están cortados por el mismo patrón al estar compuestos por imágenes y hechos sacados de un pasado reciente, por lo que ratificar “ahora” su contenido se vuelve difícil de comprobar por unos ciudadanos y turistas que no disponen ni del tiempo ni voluntad para hacerlo.
Situación que se convierte en una “oportunidad estratégica” para sector e instituciones, ávidos por airear lo mejor de “su particular pasado reciente” para así, “garantizarse su mejor futuro posible”.
Cuando esto prevalece, la mayoría de los agentes consideran urgente centrarse en la disputa por el relato que comienza con el debate de quién, cómo y cuándo siendo muy diferente según sea el narrador de turno; secretario de turismo, empresario hotelero, tour operador, recepcionistas, taxistas, policías, periodistas, analistas, campañas, la competencia, los travel worning, guías…
Admitamos pues, que las proclamas se van creando en base al beneficio que nos aportan, pero ante verdades de signo contrario nuestros relatos pueden llegar a trastabillarse.
Un claro ejemplo, si en un relato se siguen escamoteando hechos reprobables, se estará ocultando su existencia y el que puedan volver a repetirse algo, que genera una profunda inestabilidad e inseguridad entre sus responsables por temor a quedar en evidencia.
Sería aconsejable incorporar otras realidades y verdades compartidas además de enumerar los esfuerzos positivos, todavía mejorables, en seguridad y convivencia.
Todo con el objetivo que los relatos adquieran mayor credibilidad. Un hacer transformador a relatar…No queda otra.
