lo largo de la historia, una de las instituciones brindaba estabilidad en tiempos tumultuosos. Esa no es una opción ahora que el príncipe Andrés y Boris Johnson enfrentan acusaciones perturbadoras.
Cuando el primer ministro británico, Boris Johnson, fue hospitalizado con covid en abril de 2020, el alarmante boletín de prensa llegó poco después de un mensaje televisado de la reina Isabel II en el que tranquilizaba al pueblo diciendo que luego de que la pandemia amainara “volveremos a encontrarnos”.
Las palabras de la reina, ayudaron a anclar al país durante los días de inquietud que siguieron. NO ERA LA PRIMERA VEZ QUE LA MONARQUÍA ACTUABA COMO UNA FUERZA ESTABILIZADORA PARA EL GOBIERNO DURANTE SUCESOS TUMULTUOSOS.
No obstante, estas 2 grandiosas instituciones británicas se sumieron al mismo tiempo en la crisis. En un sólo día, Johnson admitió haber asistido a una festa en un jardín poco después de haberse recuperado del virus, algo que violaba las reglas de confinamiento y desató un coro de voces pidiendo su renuncia.
Horas después, un juez federal en Manhattan rechazó una petición del segundo hijo de la reina, el príncipe Andrés, PARA DESESTIMAR UNA DEMANDA DE ABUSO SEXUAL EN SU CONTRA.
Aunque estos casos versan sobre temas claramente distintos, ambos son protagonizados por hombres en la mira a causa de su comportamiento, lo que plantea viejas cuestiones de clase, derecho y doble rasero.
Lo que ambos casos tienen en común, dicen los críticos, es una FALTA DE RENDICIÓN DE CUENTAS POR PARTE DE AMBOS PROTAGONISTAS.
Johnson, al disculparse por la festa, reconoció la indignación que sentiría el público “al pensar que en la misma Downing Street, las personas que hacen las reglas no siguen las reglas adecuadamente”. Pero insistió que la reunión era un “evento de trabajo”, al que asistió por solo 25 minutos.
Andrés no ha comentado sobre su revés judicial. Pero él y sus abogados han maniobrado para no tener que enfrentar las acusaciones de Giuffre en un juicio, quien alega que él la violó cuando ella era adolescente. Andrés niega rotundamente el cargo y ha dicho que no recuerda haber conocido a Giuffre.
El anuncio del palacio de Buckingham de que retiraría los títulos y el tratamiento de “Su Alteza Real” a Andrés, sugiere que NO HAY UN CAMINO PARA REACOMODARLO EN LA REALEZA. ES EL TIPO DE MEDIDA DESPIADADA QUE LOS LEGISLADORES DEL PARTIDO CONSERVADOR AÚN NO TOMAN CONTRA JOHNSON, a pesar de la frustración que sienten a causa de él.
Y es que “A la mayoría de la gente no le interesa la política, y tantos otros temas que emocionan a los comentaristas políticos. Pero esto es distinto. Hay tanta gente que no pudo ver a sus parientes ancianos, enfermos o moribundos durante este periodo”, advirtió Vernon Bogdanor, profesor de gobierno en el King’s College de Londres.
