Para entonces ya un grupo de banqueros habían convencido al presidente Echeverría para despertar en la zona norte de Q. Roo su vocación turística como generador de divisas tan necesariamente urgentes en la economía nacional.
Así se inició la creación del primer centro integralmente planeado, Cancún, el milagro económico de Quintana Roo, de México y un modelo a replicar en otras partes del mundo.
A 50 años de la creación del Estado de Q. Roo ha tenido vaivenes en su proceso de crecimiento, en su proceso de maduración, como crecimiento desordenado en sus principales ciudades estratégicas, crisis económicas nacionales y mundiales que han repercutido en nuestros mercados emisores, eventos metereológicos, caídas y cierres de mercados, falta de promoción versus nuestros principales competidores turísticos; y lamentables daños ecológicos (sargazo, pérdida de arenales, devastaciones forestales y acuíferas).
A 50 años, indiscutiblemente se han realizado grandes obras de infraestructura aeroportuaria, carretera, hotelera y se han destrabado problemáticas como el puente lagunar para mejorar la movilidad en la Zona Hotelera. (Se le debía por todo lo que significa al país).
Sin embargo, Quintana Roo aún reclama atención, cuidado e inversión: ambiental, en seguridad, en promoción, en densificación hotelera y en regulación de las plataformas vacacionales que afectan ocupaciones e ingresos “impactando al menos en un 30%”, reconoce el secretario de Turismo de Q. Roo, Bernardo Cueto.
Hay muchas necesidades -todas- apremiantes. Se requiere de humildad de todos los actores para reconocer que tenemos destinos cansados, que ciertamente el COVID potenció, pero el turista quiere explorar nuevos lugares.
Se requiere sensatez para reconocer el tema de inseguridad que no ha sido la mejor aliada en los últimos tiempos. Supra rebasó y está desatada, contaminando todos nuestros destinos, arrebatándonos Tulum, Bacalar…
La precaria e improvisada promoción no ha salido de canales básicos. Se han perdido mercados emergentes que resultaron potenciales para Quintana Roo como Brasil.
Ciertos son algunos temas que influyen en lo reciente, como las Elecciones en México -y lo que implicó en presupuestos-, y su Reforma Judicial; las Elecciones en nuestro principal país emisor, Estados Unidos.
Quintana Roo no obstante sigue siendo en milagro económico, generador de divisas -para lo que fue adherido como Estado de la República Mexicana-; de fuentes de empleo, de millonarias inversiones, de crecimiento, y en su edad madura, a sus 50, al país le conviene su extremo cuidado, su extrema atención y una agresiva campaña de “cero tolerancia” a su desequilibrio ambiental, urbano, social, para seguir como un modelo macroeconómico a replicar. Eso es lo que le conviene al país. ¡Felices 50 Quintana Roo, con todas tus letras!
