Desde los principios de la Neurociencia se sabe que todo lo que pongas en tu mente será transformado en realidad.
Será una manifestación que configure la melodía de nuestra realidad. Si deseas obtener resultados y experiencias distintas a las que has venido experimentando tienes que ser consciente de tus programas subconscientes y desprenderte de ellos para no volver a tu antigua personalidad, a esa que repites a diario y que sabes que no te hace feliz.
Es por eso que tienes que poner cuidado a quién escuchas, qué te dices a diario -interna o externamente-, qué patrones repites, con quién compartes tus tiempos, qué información estás viendo y escuchando con regularidad, entre tantas cosas.
Tu cerebro es una máquina de posibilidades infinitas, que solo está ahí esperando recibir y ejecutar. El lóbulo frontal es el jefe del cerebro y cuando aprendes a utilizarlo se convierte en tu mejor aliado.
Cuando aprendes a elegir la información y permites que llegue a tu cerebro aquello que deseas que se haga realidad, estamos hablando de MANIFESTAR.
Así que debes tener claro que te gustaría vivir porque cuanto eres más consciente
de tus pensamientos consigues dirigirlos mejor. Cuando te concentras e imaginas solo lo que deseas el lóbulo frontal se hace cargo de tus resultados nuevos.
Las preguntas serían:
¿Qué es lo que deseas en verdad?
¿Qué quieres que suceda en tu nuevo yo del futuro? ¿Cómo sería vivir sin este dolor ni limitación? ¿Cómo sería vivir en abundancia? ¿Cómo se sentiría sentirte amado por una pareja? ¿Cómo te sentirías si te seleccionaran para ese proyecto?
Cuando haces esas preguntas, tu lobulo frontal se concentra en ello para hacerlo realidad. De modo que él se encargará de silenciar tus antiguos pensamientos y cambiarlos por los nuevos.
Ese nuevo estado hace que el lóbulo frontal se encargue de activar la red neuronal para llevarlos a las células, y cuando el ADN recibe esta nueva información, los efectos se ven como cambios medibles en tu cerebro.
Aprendiendo y practicando la imaginación consciente, llegará el momento en que tu realidad interior se vuelve más real que la exterior.
Es hora de preparar tu cuerpo para una nueva experiencia, nuevos resultados, nuevas acciones y nuevas decisiones.
Elige una posibilidad infinita del campo cuántico e imagínate pensando diferente, pon la intención del nuevo yo ideal.