La palabra es una herramienta poderosa que puede empoderar o hundir a la otra persona, por eso hay una regla que me encanta que dice: SI NO TIENES NADA BUENO QUE DECIR, MEJOR NO DIGAS NADA.
Cuando las palabras hieren tienen un efecto negativo en la autoestima y tienen impacto psicológico, por ello es importante hacernos más conscientes y responsables de lo que expresamos o hablamos.
Cuando hablamos desde el enojo o la frustración las palabras pueden dejar marcas imborrables en nuestro interlocutor, ya que pueden ser más dañinas que las que deja un golpe.
Es importante incorporar la amabilidad en todas nuestras comunicaciones, tanto en relaciones personales, como laborales y profesionales.
También es importante escuchar sin prejuicios ni juicios. Saber escuchar es un arte, es olvidarte de ti, y abrirte totalmente a estar con el otro
El escritor Ernest Hemingwey escribió: SE NECESITAN 2 AÑOS PARA APRENDER HABLAR, Y 60 AÑOS PARA APRENDER A ESCUCHAR… Ese es el arte de la comunicación que debiéramos todos aplicar para mejorar nuestras relaciones y entornos.
