Un grupo de hackactivistas autodenominado Guacamaya filtró más de 10TB de información de ejércitos y policías de MÉXICO, Chile, Guatemala, Colombia, Perú y El Salvador.
En MÉXICO puso en evidencia la vulnerabilidad de la seguridad nacional con temas puntuales: Operaciones contra la delincuencia; seguimiento a civiles detallado (de medios de comunicación, periodistas, activistas, defensores de derechos humanos y civiles de interés).
Así como la salud y seguridad de AMLO; lo vulnerable del software militar y el Conocimiento de corrupción de Sedena entre autoridades e instituciones gubernamentales con grupos criminales.