Iñaki Garmendia Esnal. Experto en Seguridad Turística y Miembro del Comité de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. OMT/UNWTO.
Deseo hacer referencia a la repercusión negativa que tiene la violencia e inseguridad en espacios y tiempos concretos y no tan concretos, me refiero a los puntos rojos que, volviéndose habituales, inciden sobremanera en la reputación y calidad de los servicios genéricos y turísticos.
Se trata de situaciones críticas donde la ciudadanía se acomoda con “mayor viveza” que los turistas. La diferencia estriba en la “familiaridad y adaptabilidad” de los lugareños a este tipo de ambientes, donde los turistas normalmente son informados una vez han llegado al destino y no antes, mediante las llamadas “recomendaciones prácticas”.
Puntos rojos que, además influyen injusta y desproporcionadamente en los territorios limítrofes y por extensión en el resto del país, lo que llega a exasperar a sus gestores que se ven obligados a utilizar todo tipo de estrategias y tretas para contrarrestar su alta vulnerabilidad.
Ante ello, considero y reitero que la institución turística mexicana, ha de adoptar un papel mucho más visible y proactivo, basado en políticas de erradicación de la violencia – incidencia en el sector, sin que ello le suponga inquietud alguna, y donde queda clara su implicación ante un escenario que lo lleva exigiendo permanentemente.
En todo este contexto, no sería descabellado desarrollar ciertas “experiencias piloto” que, demostradas su acierto y oportunidad, tuvieran su correspondiente “efecto demostración” en otros territorios – destinos con parecidos problemas.
Todo antes de llegar a lo que denomino, “memoria episódica negativa”, que hace referencia al recuerdo de momentos, lugares, emociones y sucesos que, aún pasado el tiempo, siga poniendo en entredicho las virtudes de Quintana Roo y México como destino y nación. Se imponen pues, tiempos de nuevos consensos para un sector clave…