ME MANIFIESTO OVEJA NEGRA varias décadas después… de reconocerme como tal.
Intenté ser parte del rebaño blanco, convencional, tradicional, pero siempre me vi atrapado por otro rebaño, el desafiante, el rebelde, el irreverente, el diferente.
Muchas veces como espectador, me dejé llevar por esa manada, la natural, la de muy dentro, a manera de efecto de “espejo”… me negué, me negué y me negué, pero me liberé para RECONOCERME y MANIFESTARME uno de ellos.
SOY OVEJA NEGRA ya libre, ya aceptada y feliz de quitarme la piel blanca que me estorbaba.